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La energía verdadera del terrorismo

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Los de nosotros los centenares de millas del punto cero se sentaron pegado a nuestras televisiones con horror e incredulidad como dos de los edificios más altos del mundo desintegrado lentamente en una violencia del polvo y de la muerte.

Desde entonces esa mañana brillante de septiembre en 2001, ningunos de nosotros han sentido iguales. Experimentando una violación nacional inesperada y brutal, nos estremecimos en nuestra propia vulnerabilidad y defenselessness.

En pena, cólera, y la frustración, recolectamos nuestra dignidad hecha andrajos alrededor de nosotros e hicimos voto en varias ocasiones que nunca sucedería otra vez. La vez próxima, estaríamos listos, nosotros nos defenderíamos, recuperaríamos nuestro sentido de la energía y de la invulnerabilidad. Precisamos resuelto en el viaje para hacer nuestra caja fuerte del mundo otra vez.

La seguridad fue apretada en los aeropuertos, los pasos de frontera, los puertos, los puentes, y las estaciones de generación nucleares. Las leyes fueron aprobadas para abreviar libertades civiles para mejorar lucha ésos hacia fuera para lastimar los Estados Unidos. La acción fue ejecutada en Afganistán para encontrar a las células terroristas y para derrocar sus partidarios políticos. Las convenciones de muchos años del tratamiento del preso de la guerra fueron abrogadas en nombre de seguridad nacional. Iraq fue invadido en un ataque preventivo para limitar la probabilidad de los ataques futuros contra suelo americano.

¿De dónde el deseo vivo para la seguridad nos ha llevado?

Hemos hecho el enemigo. En la lógica nebulosa de Patriot Act o el perfilado étnico en los aeropuertos y las fronteras, y las discusiones engañosas que apoyan los protocolos de tratamiento en Abu Ghraib y Guantánamo ladran, América ha comprado en el modo de pensar del terrorismo.

Cuando secuestran a los individuos, abusado psicologicamente o físicamente, amenazado con dolor, la violación, la tortura, o la muerte, se convierten en cáscaras aterrorizadas de sus uno mismo anteriores. A menudo, comienzan a identificar con sus captores, sus voluntades doblados a la lógica torcida pero todopoderosa de sus opresores. El preso hace el kapo y exhibe más brutalidad que sus superiores. Éste es el precio verdadero del terrorismo: la respuesta que saca de sus víctimas.

Puesto que todos nosotros son víctimas directas o indirectas de 911, nosotros toda la necesidad de guardar contra el modo de pensar que hemos asumido. Debemos preguntarnos acerca de nuestras prioridades. ¿Es la seguridad mejorada digno de el precio de anular las nuestras derechas civiles? ¿Es la defensa contra terror digno de la abdicación de nuestros ideales humanitarios y éticos? ¿Descender a la degradación y a la tortura de nuestros enemigos para defender nuestra manera de vida “superior”?

Los Estados Unidos tienen siempre, no importa cómo es equivocado u odiado sus políticas temporales puede periódicamente haber estado, colocado como un faro de la libertad y la imparcialidad en un mundo esclavizó demasiado a menudo e injusto. Es este faro, este ideal, este sueño por el cual millones de soldados americanos, con guerras múltiples durante más de 200 años, han luchado y han muerto. Es demasiado precioso ser borrado por una bomba del suicidio o aeroplanos secuestrados que vuelan en edificios. Oscilará y morirá solamente cuando existen los valores que representa no más.

Se ha puesto en peligro antes: en el despido de Washington, las convulsiones internas de la guerra civil, la institución formalizada de la esclavitud, la destrucción de las crías del nativo americano, el asimiento de Panamá, las maquinaciones del McCarthyism, la caída de la bomba atómica. De alguna manera, la libertad de la señora podía sacarse el polvo apagado y recobrar la inspiración y la visión que ella representa al mundo.

Ahora ella hace frente a su desafío más grande con todo: supervivencia intacto en un clima que prevalece del miedo. Ha habido guerras antes donde demasiados hombres jovenes murieron antes de su tiempo. Esta vez, el sueño disturbado del soldado vigilante, cuidadoso en su vivac se ha trasladado al dormitorio de las áreas residenciales. Sentimos no más la caja fuerte, agonizando sobre la vulnerabilidad de nuestros niños y amados. Miramos colores de la vuelta de las alarmas del peligro los diversos y sabemos que alguna vez, en alguna parte, vendrá otra huelga.

La herencia larga de la franqueza, libertades personales, alojamiento, inocencia hasta culpabilidad se prueba más allá de una sombra de una duda, y la buena voluntad de defender las esas derechas a la muerte, ha disuelto en el murk de la seguridad sobre la libertad, de la vida sobre ideales, y de la apatía sobre la implicación. Invadimos aislamiento de cada uno como mecanismo de la defensa. Abusamos y humillamos a nuestros presos en nombre de prevenir su abuso y humillación futuros de nosotros. Ampliamos nuestras listas de “ninguna mosca” para cerrar eso tradicional-abrimos la puerta de oro. Cerramos nuestras fronteras a fin de un terrorista esté al acecho entre las masas cansadas, pobres.

Un post-911-world nunca será tan inocente como antes, no más que los cambios de la permanente labrados por el asesinato del presidente Kennedy o el bombardeo de Pearl Harbor podrían ser evitados. La reacción a los acontecimientos trágicos, horrorosos es inevitable, personalmente y político. Es cuando esa reacción se convierte en la base para las decisiones importantes y se hacen cumplir los colores cómo se interpretan las leyes, los éticas, y se desarrollan las relaciones que debemos caminar detrás y mirar nuestros principios profundamente arraigados e identificar donde se han combado y se han marchitado.

Es cuando miramos el mundo a través de los ojos de los que nos odien y amenacen que vemos la energía verdadera del terrorismo: para no destruirnos sino asimilarnos. Ése es cuando los terroristas sabrán que han ganado verdad.

Las boleadoras de Virginia son psicólogo clínico autorizado con intereses profundos en psicología social y políticas. Ella ha llevado a cabo los servicios terapéuticos por más de 20 años y ha estudiado los efectos de fuerzas y del empleo culturales sobre el individuo. El autor de un libro de trabajo interactivo, el lobo en la puerta: Un manual de la supervivencia del desempleo, y una publicación electrónica mensual, el borde del trabajador, ella puede ser alcanzada en http://www.virginiabola.com

Artículo Fuente: Messaggiamo.Com

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